Los niños de Sri Lanka y España unidos por Infancia Misionera

Los niños de Sri Lanka y España unidos por Infancia Misionera

Nada menos que 22.000 euros ha sido la suma que Infancia Misionera ha enviado desde España a la ayuda a la infancia en la archidiócesis de Colombo, la capital de Sri Lanka, especialmente afectada por la crisis económica que ha sufrido este país insular, que como siempre, afecta sobre todo a los más vulnerables. El próximo 14 de enero se celebrará la Jornada de Infancia Misionera, con el lema “Comparto lo que soy”, que es lo que hacen los niños españoles con estas ayudas enviadas a los niños de Sri Lanka.

El dinero ha ido destinado a los más de 500 pequeños, acogidos en 49 guarderías. Se trata de afrontar gastos de alimentación, medicinas, electricidad y otros gastos varios. La mayoría de la población católica pertenece a familias desfavorecidas, aunque en los casi 100 centros de la Iglesia en Colombo se acoge a todos por igual, sin importar sus creencias. Lo cierto es el creciente coste de la vida se vuelve más grave para los más pobres entre los pobres. Algunos de los niños, además, pertenecen a familias abandonadas, desintegradas, de barrios marginales, o con padres encarcelados, víctimas de abusos y niños confiados por los Servicios Sociales. La mayoría de los centros son gestionados por religiosas de diversas congregaciones. Se trata de una verdadera fuerza de caridad en esta archidiócesis de Sri Lanka, que cuenta con nada menos que mil religiosas en diversas tareas asistenciales. Ellas son, como en tantos otros territorios de misión, quienes ponen rostro cercano a ese “comparto lo que soy” de Infancia Misionera.

Desde Colombo, han agradecido la generosidad de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera de España, porque la situación económica y social del país sigue siendo muy delicada. Según un informe del Banco Mundial de 2022, la tasa de pobreza de Sri Lanka se duplicó del 13,1% al 25,6% entre 2021 y 2022, aumentando el número de personas que vivían en la pobreza en 2,7 millones. Esta crisis económica ha dado la vuelta a décadas de progreso económico de este país del Océano Índico. Se dio un paso drástico a la agricultura “ecológica” a que la producción del país, según estimaciones diversas, se redujera a menos de la mitad, aunque, gracias a Dios, la situación está mejorando tras el desastre de estos años. El gobierno de entonces, asesorado por instituciones y supuestos expertos extranjeros, llevó a cabo un verdadero “experimento” y prohibió las importaciones de todos los fertilizantes químicos, convirtiéndose en el primer país del mundo en optar por la agricultura 100% orgánica y ecológica. Esto cuando la mayoría de los agricultores del país utilizaban fertilizantes químicos y no tenían idea alguna de cómo hacer la supuesta transición a la agricultura orgánica. La Iglesia de Sri Lanka denunció el experimento hecho a costa de la población y se puso manos a la obra con Caritas y todas las instituciones asistenciales católicas.

OMPRESS

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