Crónica de la oración misionera en el Monasterio Cisterciense Santa María de Gratia Dei
La M. Encarna, Abadesa del Monasterio, recibió a la Delegación de Misiones el pasado domingo 12 de noviembre con las siguientes palabras de acogida:
La comunidad Cisterciense de Gratia Dei, da la bienvenida al P. D. Arturo, a la Delegación de las Misiones y a todos los presentes para adorar e interceder por las misiones. Desde la oración todos nos unimos y nos hacemos misioneros del Amor Misericordioso del Señor que nos salva. Pedimos la fuerza del Espíritu Santo para ser testigos del Evangelio. ¡Cuántas personas pierden su vida por anunciar el Evangelio! Los misioneros necesitan la fuerza de toda la oración de la Iglesia, para defender con valor las enseñanzas del Evangelio.
Oremos por los que trabajan en la Pastoral misionera, por D. Arturo y toda la Delegación de Misiones, por todos los responsables en organizar proyectos y llevarlos a cabo, por los niños en su educación misionera, por todos los voluntarios que ofrecen su tiempo y cualidades ayudando gratuitamente, con su testimonio de vida evangélica a los más necesitados, por todos los sacerdotes, religiosos y religiosas misioneras que con gran valor anuncian el evangelio, a pesar de todo tipo de persecuciones, y, por todo el Pueblo de Dios, que en silencio y ocultamente colaboran con sus buenas obras, dando testimonio de su fe para el crecimiento del Cuerpo de Cristo.
Agradecemos la presencia del P. D. Arturo, de los miembros de la delegación y de todos los que nos acompañan, en éste encuentro de oración por las misiones.
A continuación el P. D. Arturo leyó la intención misionera del Papa:
Para que los pastores de la Iglesia, con profundo amor por su rebaño, acompañen su camino y animen su esperanza. “La Iglesia es misión”: “Como el Padre me envió, así también yo os envío” (Jn 20,21)”.
Después se cantó “Cerca de Ti” y se Expuso el Santísimo. Estuvimos en adoración por las misiones unos 15m. Tras ello, comenzó el rezo de vísperas cantado por las hermanas cistercienses.
Después de la lectura breve, el P. D. Arturo nos compartió su experiencia misionera de su visita en Burundi. Es admirable la vida de fe sencilla, profunda, vital y de gran participación del pueblo africano de Burundi en medio de una gran pobreza en la tranquilidad de la montaña, donde todos, como un rio de personas, se dirigen por malos caminos, para participar en la primera misa del P. Celeus en una Iglesia inmensa, hecha por todos. Se llena “a tope”, unos 1600 asistentes, y a fuera quedan muchos más. Es una gran fiesta. Nos habló de cuatro orfanatos llevado por religiosas, en la ciudad. La mortalidad en los partos es elevada. Un colegio para niños ciegos y otro para niños sordos. Se vive en chabolas sin luz, sin utensilios de todo tipo. Los misioneros tiene muchas luchas. En el pasado un presidente expulsó a todos los misioneros extranjeros. Hay muchas labor que realizar y que las OMP ayudan.
Después del testimonio, se terminó el rezo de vísperas y se dio la Bendición con el Santísimo.
La Comunidad Cisterciense de Santa María de Gratia Dei agradece mucho la Presencia de la Delegación de Misiones para orar con toda la Iglesia por la misiones.