Asamblea del Servicio Conjunto de Animación Misionera (SCAM)
“Corazones ardientes, pies en camino”. El SCAM (Servicio Conjunto de Animación Misionera), se ha reunido, como familia misionera del 13 al 15 de junio para orar, compartir, evaluar y proyectar.
Han participado 18 congregaciones misioneras, laicos y el IEME de cuatro continentes y de más de 15 nacionalidades. Días para dejar al Espíritu que nos conduzca. La reunión comenzó con la asistencia de los provinciales de las distintas instituciones. A continuación, acompañó en el retiro Xavier Morlans i Molina con una formación: “¿Qué quiere el Espíritu Santo del SCAM, de nuestras instituciones, de la Iglesia en estos tiempos de sinodalidad?”.
Asistieron dos hermanos de Lasalle: Juan Rivera, director de la Escuela de Formación Misionera y Jesús Miguel Zamora, Secretario General de la CONFER. Presentaron la actualidad de la Escuela de Formación Misionera (EFM), historia, finalidad, recorrido realizado, desafíos para este año, etc.
Días de gozo también al evaluar la memoria anual de la animación misionera vivida en todas las zonas de España. Los diferentes delegados de las zonas A, B, C, D y E nos compartieron las experiencias y el gozo de anunciar a Jesucristo y ser instrumentos para otros del encuentro con Cristo.
El último día también asistió el Director de las OMP de España, D. José Mª Calderón Castro, mostrando su apoyo, con la evaluación y proyección desde las OMP y el trabajo conjunto con el SCAM. José María Calderón animó para el Consejo nacional del servicio conjunto de pastoral vocacional a trabajar y ser testigos de las vocaciones misioneras.
Cuatro participantes se despidieron de la Asamblea porque regresan a la misión: Jesús Zubiria que termina como provincial de los padres Blancos, Maribel Martín de la Fraternidad Misionera Verbum Dei que regresa a Filipinas, y Carmelo Pérez con Luis Carlos Rilova, del IEME, que también van a Filipinas.
Terminando estos días, con varios temas importantes, nuevo equipo directivo, nuevos rostros misioneros en el SCAM y sobre todo abiertos al Espíritu que nos anima: ¡Adelante, siempre adelante!