El IV Domingo de Pascua, “domingo del Buen Pastor”, la Iglesia en España celebra la Jornada de Vocaciones Nativas. Una fecha que busca sostener las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, que surgen en los Territorios de Misión, para que ninguna de ellas se quede frustrada por falta de recursos. Para ello, además de la oración, promueve la colaboración económica.

Las Vocaciones Nativas son todas aquellas personas llamadas a la vocación sacerdotal o religiosa en los Territorios de Misión y son, en definitiva, el mejor legado de los misioneros y el fruto que tiene la misión de la Iglesia. Al fin y al cabo, es en  las personas que responden a la vocación en quienes se confía el futuro de la Iglesia. Es por ello que se celebra este día bajo el lema “Hágase tu voluntad. Todos discípulos, todos misioneros”.

Desde la Delegación de Misiones en Valencia, Don Arturo García, delegado de la misma, anima a todos los fieles a participar en la Jornada de Vocaciones Nativas a través de un sencillo binomio, la oración y los donativos, que sustentan los seminarios en donde se cuidan las vocaciones de quienes han sido llamados por el Señor a anunciar el Evangelio.

 Faltan vocaciones en los países de misión y no es porque el Señor no llame ni porque las personas no quieran responder, si no porque los seminarios no pueden acoger a quien sí quiere dar respuesta a esa llamada.

Don Arturo García, Delegado de Misiones

La Obra de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, es la que se encarga directamente del cuidado y sustento de estas vocaciones. A ella está encomendado el cuidado de los seminarios diocesanos que hay en los Territorios de Misión y el apoyo a noviciados. Y para que siga adelante, necesita de la colaboración de todos los católicos del mundo.

Gracias por esta preocupación y cercanía, porque sentimos que no estamos al margen y que la Iglesia también piensa en nosotros, en la formación de los futuros pastores

Jean-Philippe Akret, Seminarista en Costa de Marfil

Desde OMP España el año pasado se enviaron 1.762.519,00€, que apoyaron a 10.039 seminaristas y 288 formadores en 65 diócesis de 17 países. Un dinero que se traduce en becas de estudio para los seminaristas, en apoyo para la construcción y mantenimiento de los seminarios y en un subsidio anual para los gastos ordinarios de los seminarios y la manutención y matriculación de los seminaristas y novicios.

Este año, la OMP se ha acercado hasta Costa de Marfil para ser testigo directo del agradecimiento de todas aquellas personas que han sido llamadas, hacia las personas que participan en esta jornada de solidaridad. Testimonios de agradecimiento sinceros, como el del seminarista Jean-Philippe Akret, con los que la Obra de San Pedro quiere mostrar a la Comunidad la necesidad de seguir participando de esta jornada.